Seguro que más de uno ha querido probar ya la última versión de Ubuntu, y probablemente la mayoría hayan optado por usar una máquina virtual. En mi caso he usado una máquina virtual sobre VirtualBox que ya utilizaba anteriormente con Ubuntu 8.04. Pasar la máquina virtual a la versión 8.10 ha sido muy sencillo y sin problemas, salvo por una pega: la resolución de pantalla y la integración con el escritorio huésped.

A pesar de instalar las "Guest Additions" (o Aplicaciones del Huésped), y de que la integración del ratón funcionaba correctamente, Ubuntu no permitía usar resoluciones de pantalla superiores a 800x600, ni adaptar el invitado al tamaño de la ventana de VirtualBox, ni funcionaba el modo seamless (integrado)... lo que supone un engorro para alguien que se ha acostumbrado a dichas funcionalidades (o tiene un monitor grande); como puntilla final se mostraba un doble cursor del ratón (el de la máquina huésped y el de la máquina virtualizada)

Después de buscar un poco (comparar con otra máquina virtual) he encontrado el problema: El driver gráfico de VirtualBox no está activado en la configuración de X.Org. No sé porqué la instalación de las Guest Additions no ha realizado este paso, pero es fácil de subsanar a mano:

Abrimos el archivo de configuración de X.Org (/etc/X11/xorg.conf):
sudo gedit /etc/X11/xorg.conf

Buscamos la sección Device (dispositivo):
Section "Device"
Identifier    "Configured Video Device"
EndSection

Y añadimos el driver de VirtualBox tal que así:
Section "Device"
Identifier    "Configured Video Device"
Driver        "vboxvideo"
EndSection

Guardamos, reiniciamos el servidor gráfico (CTRL+ALT+RETROCESO) ¡y listo! Ubuntu ya permite usar mayores resoluciones de pantalla, redimensionar el escritorio con la ventana o usar el modo seamless.